PAUTA, «adopte un talento”, es un programa que nació de un grupo de profesores, científicos y pedagogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para ayudar a niños y jóvenes a desarrollar sus habilidades científicas dentro y fuera de la escuela, esto con la finalidad de combatir la falta de interés en las vocaciones científicas en nuestro país.

Gabriela de la Torre García, directora general de este programa, visitó las instalaciones del Centro de Innovación y Educación (CIE) en el marco de las actividades del congreso “Talento: a favor de lo mejor” donde impartió una serie de capacitaciones con el fin de motivar el desarrollo de habilidades científicas entre niños y padres de familia de la localidad.

Entrevistada durante su visita a la ciudad de Los Mochis, De la Torre García nos habló un poco de qué es el programa PAUTA y cómo es la metodología que utilizan para ayudar a niños a descubrir el interés por la ciencia.

“El  programa Adopte un Talento nace hace casi 10 años con la idea de acercar a los chicos a la ciencia y fomentar la vocación científica, en el camino hemos tenido muchos aprendizajes y uno de ellos ha sido centrarnos en el desarrollo de habilidades científicas. Más que en contenido, nosotros lo que trabajos es el desarrollo de habilidades científicas y nos volvemos un espacio, así como tienen otros niños para practicar algún arte o algún deporte, nosotros nos volvemos ese espacio extracurricular para que los niños hagan ciencia de una manera distinta. Sin un currículo que cumplir, sin esta cuestión más escolarizada que nos parece muy importante, pero que queremos crear un espacio diferentes para ellos”.

La directora de este programa nos comentó que su principal labor es darles seguimiento a niños y jóvenes que descubren un interés importante por la ciencia y la tecnología, rompiendo algunos prejuicios que impiden a los niños conocer sus beneficios, la importancia que tiene para la sociedad y poder verla como una opción profesional a futuro.

“Pues viniendo de una institución como la UNAM, justamente los 2 fundadores de pauta, el Dr. Alejandro Frank y el Dr. Jorge Gil, parte de lo que veían era que las carreras de ciencia pues eran las que tenían menos demanda, aun cuando la UNAM era de las pocas universidades que ofrecía estas carreras. Entonces, digamos si somos de las pocas que ofrecemos y no tenemos una demanda tan alta como otras carreras ¿pues qué esté sucediendo? Y básicamente la problemática a la que nos enfrentamos es a una serie de estereotipos que tienen los jóvenes que creemos que se centra en 2 cuestiones particulares: que la ciencia es difícil o aburrida en cierto sentido y que además no va a tener el reconocimiento económico que tienen otras carreras. Entonces estudiar una carrera que en sí va a ser complicada, va a ser difícil y que no me va a retribuir tanto económicamente como otras áreas pues se vuelve en un estereotipo muy difícil de vencer, esa es la realidad a la que enfrentábamos, sobre todo en la educación media superior, en la básica todavía había otra idea de la ciencia.”

Respecto a la metodología que utilizan para motivar en los niños el desarrollo de habilidades científicas, la directora de PAUTA explicó que su principal aportación consiste en lograr que las personas entiendan los conceptos científicos de una manera clara, muy cercana a su rutina diaria.

“Nosotros lo que hacemos es que tenemos un modelo basado en el constructivismo, como en el programa oficial y muchos otros programa y lo hacemos a través de la indagación, en ese sentido no estamos “innovando” enormemente en ningún sentido, pero lo que si hacemos es adecuar esa indagación a la realidad de los niños y todo lo que trabajan es a partir de preguntas. El material que utilizamos es muy sencillo, si lo pueden ver en los talleres, es material que cualquier maestro pueda tener acceso porque esa es nuestra idea, que lo que nosotros compartamos al maestro él realmente lo pueda llevar a las aulas, que el recurso no sea un impedimento. Y que los niños vean que la ciencia está en esa comida, en este tarro, que la ciencia está en todo, que no es una cosa de un microscopio electrónico o de tener el telescopio de alta definición.”

Gabriela mencionó que gracias al trabajo realizado durante muchos años, este programa ha logrado beneficiar más de 5 mil niños con sus capacitaciones. Actualmente, tienen registrados dentro de PAUTA aproximadamente a mil 600 niños y han sido reconocidos por la Organización de los Estados Americanos (OEA) para participar como jueces en varias competencias científicas donde se motiva a los jóvenes a interesarse más por estos temas. Sin embargo, más allá del reconocimiento como programa, su mayor satisfacción ha sido poder inculcar en los niños el pensamiento crítico.

“Tenemos logros como en el sentido de PAUTA en general, como metodología y el reconociendo que ha recibido, pero los más importantes para nosotros son cada uno de estos chicos que se convierten en una historia de éxito, sin importar que se vayan al área de ciencia. Tenemos chicos que se han ido a las carreras de leyes o de psicología que lo que nos importa es que lleven ese pensamiento crítico que te da la ciencia, que sin importar si están estudiando sociología… es decir, para nosotros no es como un fracaso digamos, porque esos chicos ya llevan un pensamiento distinto y ese pensamiento crítico va a tener una proyección no solo en su vida profesional, en su vida personal, en la vida como ciudadanos, porque eso te ayuda a saber por qué comes lo que comes, por qué te casas con quien te casas, por qué votas por quien votas, eso es muy importante para nosotros también.”

El equipo de “PAUTA, adopta un talento” impartió el día miércoles 21 de septiembre un taller para niños sobre desarrollo de habilidades científicas, así como una charla para padres de familia titulada “Nutriendo el talento en México”, donde mostraron un poco de la importante labor que realizan para motivar las vocaciones científicas en México colaborando con instituciones como el Centro de Innovación y Educación.