Pasaron décadas de lucha social para conseguirlo, pasaron tiempos difíciles y protestas para lograr que la mujer tuviera voz, pero fue hasta 1955 que por primera vez la mujer mexicana sale a las urnas  y emite su voto, exactamente el 3 de  julio de 1955  en las elecciones federales de la XLIII Legislatura.

 Actualmente han pasado 63 años, gracias a ello, hoy las mujeres gozan libremente del derecho a elegir a sus gobernantes, pero esto no siempre fue así.

Al inicio del siglo XX ante la presión social y la idea de que la mujer mexicana solamente debía tener obligaciones hogareñas, el pensar en  formar parte de las elecciones era algo lejano de suceder.

Se comenzó a demandar más autonomía, el auge por las publicaciones femeninas incrementaba y se empezaron a formar agrupaciones para luchar por este derecho.

Después de luchas por la inconformidad y obteniendo pequeños logros el 6 de abril 1952 más de 20 mil mujeres mexicanas se unen en “El Parque 18 de Marzo” de la Ciudad de México para exigir que se plasmara en la “Constitución Mexicana” que la mujer tenía derecho a votar y a ser electas.

Aunque fue hasta 1953 que se promulgaron las reformas constitucionales  que otorgaron el voto a la mujer, la lucha femenina había comenzado desde finales del siglo XIX.

A pesar de que en México tardó mucho en aceptar el sufragio femenino, en comparación con otros países, finalmente se dio este gran paso para el proceso democrático del país y un gran paso para las mujeres que estaban en búsqueda de igualdad.