Impacto del cuidado de otras personas en la salud de las mujeres
Como mujer, es muy común que nos preocupemos por la mayoría de las situaciones que se nos presentan en nuestra vida diaria, tales como: la economía, las calificaciones de nuestros hijos, el quehacer diario, la salud de nuestros seres queridos, la casa, el trabajo y un sinfín de cosas más, todo lo cual puede llegar a perjudicar nuestra propia salud sin que lo sepamos.
Sobre este tema habló la directora de la organización “Déjalos ir con amor IAP”, Verónica de León de Cuetos, quien mediante una conferencia platicó con decenas de mujeres y hombres sobre la importancia de fortalecer el tejido social entre mujeres, y con ello aprender a darnos más valor.
“Fue una reflexión de cómo nos vemos las mujeres entre nosotras, cómo nos ven los otros en el trabajo invisible del cuidado doméstico, del trabajo informal no remunerado. Porque las mujeres trabajamos mucho y hacemos multitareas: cuidamos a los viejitos, cuidamos a los niños, a los enfermos, a los discapacitados, y a veces ese cuidado de otros hace, por un lado, que nos enfermemos; y por el otro que nos olvidemos de nosotros mismas. Este fue un recordatorio de que somos valiosas, que somos importantes, que contribuimos al producto interno bruto con nuestro trabajo, aunque no es remunerado; y que creo que vale la pena que podamos ponernos atención” comentó León de Cuetos.
Aunque la mayoría de las veces lo pasamos por alto, la sobre carga emocional y preocuparnos tanto por la salud de seres cercanos nos afecta, y mucho. Es común ver a mujeres con gastritis, colitis e hipertensión, por problemas derivados del estrés por la sobrecarga de responsabilidades. Por ello, la conferencista hizo énfasis en que debemos saber parar y decir “no” cuando sea necesario.
“La sobrecarga emocional, el agotamiento emocional, porque no tenemos limites, no pido ayuda, me sobrecargo de actividades y ¿qué puede pasar? Bueno, empiezo a tener problemas de salud físico como gastritis, cefalea nauseas, mareos, hipertensión, hipotensión; todo esto cuando traigo una sobrecarga y no puedo poner límites. No está mal cuidar el asunto, es no poder decir: “voy a parar, voy a poner un alto o si no puedo sola, voy a pedir ayuda”.
Además, dijo que es necesario ayudarnos primero a nosotras mismas para de esta manera poder ayudar a los demás. Es importante que tengamos autocontrol, y pedir ayuda en caso de ser necesario.
Yo lo reduzco a una frase que se llama autocuidado. Saber cuándo ya no puedo, saber cuándo puedo pedir ayuda, y el autocuidado es hacerme responsable de mí. Cada uno de nosotros somos responsables de nuestros recursos, de nuestras habilidades, de nuestras limitaciones y de nuestros alcances. Entonces el autocuidado y poder gestionar todos los recursos y emociones, saber cómo está mi espiritualidad y mis tiempos de descansos, cómo me alimento, que tanto puedo dormir, cómo es mi relación con la familia, y algo que para mí es fundamental que es mi relación con Dios” expresó Verónica.
Por ello, invito a las personas a tomar las cosas con cautela y hacerse una autoevaluación para descubrir si están teniendo los cuidados adecuados con ellos mismos.
“Yo les diría que tomen esto con cautela, que reflexionen, son generalidades, no hablo de alguien en particular. Y creo que la información que llega siempre va a ser para algo, va a ser benéfica, nos va ayudar a hacernos un replanteamiento de cómo me educaron, cómo educo a las nuevas generaciones y qué hago por mí. Yo solamente le diría a la persona que nos escuche, que reflexione sobre cómo te cuidas, qué haces por ti o si lo qué haces por ti es lo mismo que haces por los demás; cada uno tendrá su propia respuesta”.
La conferencia “Impacto del cuidado de otras personas en la salud de las mujeres”, formó parte de las actividades de la semana “Mujer y familia” organizada por el Centro de Innovación y Educación (CIE) del 6 al 9 de marzo, dicha conferencia tuvo lugar en la Sala de Diálogos de dicho recinto el pasado 7 de marzo.